Ya llega septiembre, y con él, la llegada del nuevo curso se acerca. Acaban así los tres meses de verano en el que, aunque muchos no lo crean, la mayor parte de los profesores no cesan su actividad escolar. La mayoría de ellos han pasado semanas preparando el material para las clases del curso siguiente, un trabajo que no solo es físico, sino que también se traslada a las mentes de cada profesor.

En la época actual, más que nunca antes, el inicio del curso es vital para sentar las bases de lo que será el aula, el centro, el entorno y en general, las relaciones de convivencia entre el profesorado, los alumnos y las familias.

Es por eso que hoy vamos a hablar cómo las tecnologías ayudan a mejorar las escuelas.

Las Smart Schools

Hoy en día la tecnología juega un papel fundamental en nuestra sociedad cada vez más digitalizada. De hecho, España es el país del Europa con más Smartphones por persona y más de 22,2 millones de personas acceden a internet a diario.

Esta digitalización de la sociedad, aporta grandes beneficios si la aplicamos a la educación.

Por eso, hemos querido enumerar los 6 principales beneficios del uso de la tecnología en las escuelas:

  • Motivar: El uso de la tecnología en las aulas es muy motivadora para los alumnos ya que al permitir trabajar con diversos formatos audiovisuales como textos, imágenes, vídeos, juegos, sonidos, mapas, podcast, etc. hace que las clases sean más amenas e incita a los alumnos a aprender de forma no intrusiva.
  • Adaptar: La incorporación de la tecnología en las aulas permite que el aprendizaje se adapte a cada niño y no cada niño al aprendizaje. Esto es debido a que incentiva tanto el aprendizaje visual, como el auditivo y como el kinestésico siendo el alumno el que utiliza el material que mejor le estimula y le ayuda a aprender.
  • Entender: El uso de la tecnología en las aulas hace de la educación algo más entendible, ya que permite ampliar la información a través de imágenes, vídeos, etc. lo que facilita el trabajo del profesor y la comprensión de los temas y de la información por parte de los alumnos que pueden ampliar conceptos de forma fácil y rápida.
  • Practicar: Incorporar la tecnología en las aulas permite a los alumnos interactuar con los temas, los profesores, materiales, etc. desarrollando el aprendizaje kinestésico de los alumnos y mejorando la calidad del proceso educativo.
  • Desarrollar: El uso de la tecnología en las aulas permite a los alumnos desarrollar diversas habilidades como por ejemplo el sentido lógico y el sentido crítico, así como habilidades sociales centradas en la interacción entre personas.
  • Agilizar: Incorporar la tecnología en los colegios permite agilizar la comunicación en tiempo real entre los profesores, alumnos, familias y personal de los centros escolares haciendo que aumente la implicación de los padres, interacción de los alumnos y mejore sustancialmente el proceso de aprendizaje.

Fuente: Smart Schools.

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