E n un mundo cada vez más digital las nuevas áreas de investigación y tecnología llegan a todos los ámbitos. Los primeros en investigarlas son científicos y grandes empresas, aunque en los últimos años estamos empezando a usarlas en nuestro día a día. Ese es el caso de la Inteligencia Artificial en la educación, por ejemplo. Continuamente usamos Siri o el Asistente de Google. Contamos con aspiradores y otros electrodomésticos autónomos e “inteligentes” que realizan su tarea sin intervención de los humanos. Incluso existen coches que se conducen solos gracias a la tecnología de la IA. Estas nuevas tecnologías también se reflejan en el resto de sectores. Ese es el caso de la Inteligencia Artificial en la educación, por ejemplo. Pero, ¿cuál podría ser el papel de la inteligencia artificial en las aulas del nuevo milenio?
En este post queremos hablarte de cómo la IA está revolucionando le educación.
1. Evaluaciones automatizadas
Si eres profesor seguro que sabes lo arduo que puede ser pasarse horas y horas corrigiendo exámenes y trabajos. ¡Pues tenemos una buena noticia! Gracias a la IA es posible que estemos ante el fin de las interminables horas corrigiendo.
Hoy en día ya contamos con exámenes tipo test que una inteligencia artificial puede evaluar. Pero en un futuro no muy lejano la IA será capaz de leer respuestas desarrolladas y trabajos enteros como lo haría un humano. La tecnología que lo hará posible ya está en desarrollo y podemos usarla en aplicaciones como la transcripción de la voz a texto y viceversa.

2. Tutores inteligentes para aprender y enseñar
El informe Artificial Intelligence and Life in 2030 es el primero que se publica dentro del proyecto One Hundred Year Study on Artificial Intelligence (AI100), impulsado por la Universidad de Stanford para promover el debate social acerca de estas tecnologías y guiar el desarrollo ético de programas, sensores y máquinas inteligentes.
En el caso de la educación las tendencias que destacan son la realidad virtual, la robótica educativa, los sistemas de tutoría inteligente y aprendizaje online o la analítica del aprendizaje. Según el estudio, estas tecnologías ocuparán un lugar destacado en las aulas dentro de quince años.
Realidad virtual
Las nuevas tecnologías no solo se centran en hacer la vida más fácil al profesor, sino también al alumno. Uno de los grandes retos para la IA es mejorar las formas de aprendizaje de los usuarios.
En la actualidad ya se usan entornos de realidad virtual que permiten a los alumnos interactuar con distintos ambientes y objetos. Los expertos creen que en 2030 estos entornos serán más generales y sofisticados, de modo que los estudiantes podrán sumergirse en ellos para explorar asignaturas de distintas disciplinas.
“La recreación de mundos pasados y ficticios será tan popular en el estudio de las artes como en el de otras ciencias”, señalan.
Robótica educativa
¿Robots que sirvan de asistentes para los profesores? Quizás esta realidad no es tan lejana como creemos.
Desde que Lego desarrolló en los años ochenta sus primeros kits de robótica bajo la marca Mindstorms, se han lanzado al mercado numerosos modelos destinados a promover distintas áreas del aprendizaje. Ozobot, Cubelets o Dash and Dot permiten a los alumnos crear y programar sus propios robots a la vez que desarrollan el pensamiento lógico y deductivo y la creatividad. Los expertos, sin embargo, creen que la robótica educativa solo encontrará su sitio en las aulas si se demuestra que, además de motivar a los alumnos, mejora sus resultados académicos.

Sistemas de tutoría inteligente
El desarrollo de algunas tecnologías de IA, como el reconocimiento automático de habla (RAH) y el procesamiento de lenguajes naturales (PLN), ha facilitado el desarrollo de los sistemas de tutoría inteligente, que han pasado rápidamente del laboratorio al uso real. Estos tutores cognitivos imitan el rol del profesor y guían el aprendizaje y la ejercitación en distintas disciplinas. Ofrecen pistas a los estudiantes cuando están atascados en un problema, les proporcionan un feedback inmediato en función de sus errores o respuestas, e incluso diseñan secuencias de aprendizaje personalizadas para cada alumno. Sus aplicaciones son muchas y se han traducido en distintas herramientas de aprendizaje adaptativo.
Por ejemplo, Duolingo, enfocada al aprendizaje de lenguas extranjeras, detecta los errores del estudiante, los corrige y le ayuda a progresar a su ritmo.
Sistemas de aprendizaje online
El informe califica de “sorprendente” la “explosión de los MOOC y de otros modelos de educación online en todos los niveles educativos”. Estos han logrado expandir el tamaño del aula y dar cabida a miles de estudiantes, que pueden ser evaluados más fácilmente gracias a las tecnologías de inteligencia artificial. De hecho, ya existen programas que generan preguntas de manera automática y evalúan preguntas de respuesta corta y abierta. Según el informe, esta tendencia se consolidará y perfeccionará hacia 2030.
Analítica del aprendizaje o learning analytics
Esta área, que consiste en la medición, recopilación y análisis de datos de los estudiantes durante el proceso de aprendizaje, se ha visto impulsada por el crecimiento de los MOOC y los sistemas de aprendizaje online, que han actuado como “vehículos naturales” para la recopilación de datos.
Esta colaboración podría contribuir a nuevos descubrimientos científicos en el campo de la cognición, y conducir a la mejora del aprendizaje a gran escala. De hecho, en la actualidad, ya se usan tecnologías de inteligencia artificial para analizar la motivación, comportamiento y resultados.
3. Brindar asistencia a los profesores
Las jornadas laborales de los maestros nunca coinciden con las horas de clase. Cualquier profesor se ve en la situación de tener que trabajar antes y después de las horas lectivas. Y estas horas extras muchas veces son empleadas en tareas monótonas y en la comunicación con padres y alumnos.
La inteligencia artificial puede asumir gran parte de estas tareas monótonas. El objetivo es que los profesores tengan más tiempo para centrarse en lo que realmente importa: inspirar a los alumnos y brindarles la ayuda que necesitan en el proceso de aprendizaje.
4. Identificar debilidades en la clase
Por último, la inteligencia artificial también es capaz de recopilar y analizar datos sobre la clase como conjunto y como proceso. Gracias a esos datos, la IA puede ofrecer feedback a maestros y estudiantes. Por ejemplo, la inteligencia artificial puede avisar al profesor cuando un determinado material debería ser repasado porque los datos indican que los alumnos no lo han interiorizado. Así es posible mejorar los procesos, elegir la metodología más adecuada o identificar problemas para ponerles solución lo antes posible.
Por suerte, la inteligencia artificial nunca llegará a reemplazar a los profesores humanos en su importante labor. Pero también está claro que su uso en la clase tiene una gran cantidad de beneficios para toda la comunidad educativa.
Definitivamente, el futuro es hoy y no podemos quedarnos atrás.
Fuente: Aika.





